El pasado domingo, Gareth Bale volvía por fin a vestirse con la camiseta del Tottenham en un partido oficial. Tras su llegada en septiembre, una lesión le había apartado de los terrenos de juego hasta ahora, y pudo volver a debutar con el combinado londinense en un épico derbi londinense contra el West Ham que terminó 3-3… y que pronto querrá olvidar.
Un debut tormentoso para el galés que no trajo la mejor de las suertes para su equipo. Los Spurs iban ganando 3-0 desde el minuto 16′ de partido, con goles de Son y Kane, por lo que, con el encuentro ya encarrilado, dieron entrada a su flamante fichaje del año en el minuto 72′.
Sin embargo, los ‘hammers’ parecieron activarse y empezaron a llegar las ocasiones para el equipo visitante, dando también entrada a jugadores de refuerzo y al que terminó siendo su gran héroe, Manuel Lanzini, que entró en el 77′ y a penas estuvo 20 minutos en el campo.