Arthur Melo llegó al Barça con una etiqueta muy difícil de llevar: el nuevo Xavi. Y, a decir verdad, sus primeros minutos como azulgrana dejaron buenas sensaciones. Sin embargo, la falta de continuidad ha sido el gran lastre en una etapa como barcelonista que ya está llegando a su fin. No ayudó nada que, mientras se multiplicaban las especulaciones más escabrosas, se marchara a hacer ‘snowboard’ a Andorra. Tampoco que su forma física haya sido puesta en entredicho. Algo que a la Juventus, a pesar de todo, no parece importarle demasiado.
El trueque entre Arthur y Pjanic está prácticamente cerrado. En cuanto se solventen los últimos flecos, intercambiarán sus colores: el azulgrana por el ‘bianconero’ y viceversa. La fuerte apuesta económica de la Juventus ha conseguido cambiar la voluntad del brasileño, quien, en principio, no quería moverse de Barcelona. En Italia, la ‘Vecchia Signora’ le triplicará el sueldo y ya le ha prometido que armará un proyecto deportivo decididamente competitivo.
Si todo marcha según lo previsto, el Barça ingresará además 10 millones de euros por el intercambio. Pjanic ha sido valorado en 60 millones de euros y Arthur, en 70. Mucho menos que los 400 millones que han figurado en su cláusula de rescisión, pero bastante más que los 31 fijos, a los que debían sumarse hasta nueve más en variables, que abonó la entidad azulgrana por su fichaje hace prácticamente dos años.
El gran problema, que explica también la diferente tasación, es la edad. Arthur tiene 23 años y Pjanic ya ha cumplido los 30. Sin embargo, este hecho puede observarse también desde otro punto de vista: el bosnio puede permitir una transición menos traumática en la medular. Con Riqui Puig asomando seriamente la cabeza y con el jovencísimo Pedri ya en la recámara, muchos azulgrana han llegado a soñar con una medular en la que De Jong se encargaría de escudarlos desde el puesto que ahora ocupa un Sergio Busquets del todo vital, pero que cumplirá 32 años el próximo 16 de julio.